(Pau, hacé que llegue a Mariano y no lo leas, porfa).
Espero que esto llegue a tiempo porque si no va a parecer cualquiera. Ahora en un ratito, creo que 40 minutos o algo así, suena el timbre. Te quería decir si querés que nos encontremos en el patio, en la puerta de al lado de la oficina de Leticia, que tengo algo para darte y me da vergüenza en frente de todos. No es nada wachi, pero por lo que venimos hablando por chat ayer y anteayer pensé que capaz te iba a gustar.
Ya sé que soy re tímida y acá casi ni te hablo y apenas llego te escribo, pero después tus amigos me cargan y las chicas me preguntan y no quiero contar.
Bueno, contestame o si no te espero ahí directo. Haceme una seña, algo.
pd: te queda lindo el corte de pelo, no sé qué decís que no.
Besos 🙂
Tati.
Tati, te escribo al mail porque me diste el paquetito y saliste corriendo. Me encantó el señalador! Me dijiste que dibujabas pero no pensé que así, es genial. Ya se lo puse al libro y fue un gol. Muchas gracias. Gracias también por el piropo (?) sigue sin gustarme y todavía no le encontré la vuelta al peine, pero por lo menos logré domar el remolino. Si algo aprendí de todo esto es que nunca hay que ir a una peluquería de barrio atendida por una Gladys, a menos que quieras quedar como un Ricky Maravilla.
Hay algo en vos que es un imán, una timidez pasivo agresiva que te mantiene ahí, al filo, parpadeando. Es muy loco que en el cole no puedas cruzarme la mirada y después estemos noches enteras hablando de nuestras pelis de bajo presupuesto favoritas. Sos un enigma durante el día y mi chat preferido de la noche, una esquizofrenia linda que me cierra por todos lados.
Me gusta conocerte, te siento madura, concreta, no sos como las otras pibas. Me la sube mil poder escribirte como yo realmente escribo, los pibes me joden con que soy demasiado formal porque no comparto fotos de conchas y no me caben los iconos para reemplazar palabras ni las abreviaturas villa. Usamos las comas, mala nuestra.
Creo que deberías darle ese privilegio (el de conocerte) a todos los que te rodean porque una mina como vos le mejora la vida a cualquiera, sin olvidarte de mí que soy el Maestro Splinter de la idea. Posta, abrite. Sé que nuestro grado es un puterío, pero un puterío de buena gente. En el peor de los casos van a terminar todos enamorados de vos. Todavía estoy evaluando si esta idea me conviene.
Pienso en el señalador y sonrío.
Esperá, antes que me olvide: hoy cuando llegué te vi hablando con Bianca, la rubia de segundo. ¿La conocés? Me encanta pero me pongo medio pelotudo cuando la tengo cerca, me vendría bien tenerte en mi equipo para sacarle información. Siempre la viene a buscar un pibe en moto, ¿es el novio? No me quiero tirar de cabeza y dármela contra el fondo.
Mariano.
Listo, olvidate, te empiezo a decir Ricky a partir de ayer. A la mierda con la madurez, RICKY.
Ya sé que ni te hablo en clase pero te juro que no sé por qué siento que no tengo qué decirte. Bah, hoy tenías un rayón de tinta en la cara y te intenté hacer señas pero no me viste y frené porque me sentía medio tarada. Igual es lindo lo que tenemos, el consultorio sentimental virtual en el que nos permitimos decirnos todo y no sentir que somos unos giles.
Cuando termines el libro, acordate de que me lo canté pri, Y cuando mires 22 Jump Street, avisame. Quiero saber si pensás lo mismo que yo, pero no te voy a decir lo que pienso para no sesgarte. BUENO, QUÉ ME HAGO LA LÍDER DE OPINIÓN, ¿NO?
Bianca es copada, me pidió si la ayudaba con unas boludeces de laboratorio porque sabe que me gusta y me va bien. Parece buena, tampoco la conozco tanto. Ni idea del pibe, sé que existe un ‘Santiago’ porque muchas veces que hablamos le llegó un mensajito de ese tal. Pero mucho más no sé. Aparte de linda, ¿tiene algo más? No lo pregunto como diciendo que no, pero capaz te pasa que es linda y más grande y pensás que es suficiente para lo que fuera. Y no creo.
No, pará, ya que te gusta la esquizofrenia, este mail es un ataque de. Si te interesa Bianca, yo me abro. No quiero que seamos amigos, a mí me gustás. Y sé que soy una estúpida que ni mirarte puede. Pero me gustás. A mis amigos no les hago regalos pensados ni les cuento todo lo que me pasa ni saben lo de mi hermano. Me molesta que no hayas entendido que me gustás. Sé que no lo entendiste, porque sos buen pibe y si no no me habrías dicho lo de Bianca. Pensé que había sido muy clara con eso. Te dije que te quiero más veces que a mi gato en el último mes. Hablamos mucho más que vos con tus amigos y yo con los míos. Es obvio que me gustás.
¿Sabías y te hiciste el boludo porque no te pasa o te lo estás desayunando?
Es importante para mí que me digas al verdad, para ver si estoy flasheando cualquiera hace rato o si no supiste como/pudiste con la situación y me dijiste esto.
No te preocupes, si te gusta Bianca me abro y voy a preferir no hablar más. Por lo menos por un tiempito.
Pero va a estar todo bien eventualmente. Espero. Va a ser difícil y te voy a extrañar durante varios insomnios.
En fin, hasta acá llegué yo, creo que si sigo escribiendo me voy a humillar (más).
Suerte con eso, Ricky.
Hace unos meses diste una lección de física que fue perfecta, perfecta. Respondiste a todas las preguntas con información que ni en el manual estaba, no sé de dónde la sacaste. Todavía me acuerdo de tu cara cuando la profesora te puso un 8. Se te llenaron de ira los ojos, la piel te empezó a brillar, el pelo se te movía lento, y no sé de qué parte del cuerpo sacaste una voz grave y con las palabras más exactas le reclamaste que no era justo, que merecías más, que habías hecho todo impecable. Todos nos quedamos en silencio porque ni siquiera sabíamos que tenías voz, creo que yo no sabía ni que existías, y eso que te conozco desde que tenemos 7 años. O eso dicen las fotos.
La cosa es que me quedé girando en tu imagen y cuando terminó la hora te pedí el teléfono para que “algún día me expliques física”. Jamás hablamos de física. Tengo un 9 en física. Solo quería conocer a la Tati que conocía hace años.
Claro que entendí que te gusto. Te pusiste una alarma a las 3 de la mañana para llamarme cada uno de los 7 días que tomé el antibiótico cuando tuve faringitis. Hay que ser un boludo para no darse cuenta.
Calculo que ayer a la noche me mandaste el mail y esperabas una respuesta rápida porque además me avisaste por WA del envío y te clavé la doble azul, perdón, pero tendrías que haberte visto esta mañana en el colegio. Estabas llena de ira, viva. Fue muy gracioso cuando te pedí el compás y me lo revoleaste. O sea, casi me sacás un ojo, eso no fue gracioso, pero estabas activa, con energía, me odiabas, te movías. Tenías el mismo brillo que el día de esa lección, hablabas, te hacías ver. Estabas presente.
Bianca y Santiago son novios, él es mi amigo, lo conozco del barrio.
De todas maneras Tati, lo que tenemos está buenísimo, me parece innecesario arruinar una linda amistad con todas las mierdas que trae el amor y las relaciones. Posta, ¿para qué?
No te olvides que la esquizofrenia es una enfermedad mental.
¿Querés venir a ver una peli el viernes a la noche? En casa tenemos un quincho enorme en el fondo y mis papás ni joden, además mamá va estar contenta de verte, le hablo bastante de vos. Spoiler: te voy a llenar de besos. No, no estoy hablando de la película.
Perdoname por tardar en contestar. No quiero. Perdoname también por no querer. Esa noche te odié mucho y te lloré mucho. Tenés mecanismos difíciles y yo soy muy sensible. Tampoco termino de entender si te gusto o no, si te hacés el canchero o sos simpático. Es todo raro ahora, y no me le animo. Hubiese preferido que fueras al grano. Ahora ya sos otro chico, como si hubiese pasado algo que rompiera. Bah, pasó, pero nada.
Te lloré mucho y dije varios «a partir de ahora» que pretendo cumplir. Quiero cambiar, que el resto vea que existo, como vos decís, sin que haga falta llenarme de bronca y de ganas de cagar a tiros a todos.
Estuve un montón de tiempo gustando de vos, y cuando te lo dije, me dejaste toda la noche pensando que no era recíproco.
Toda la noche procesando un dolor y una bronca que ahora pasó y dejó muchas ventanas que quiero investigar, y vos no estás en ninguna. Acá había escrito una metáfora de fuerzas y tensiones y la borré porque pensé que no la ibas a entender, después me acordé de que te va bien en fq y ahora me da paja volver a escribirla. Aunque ya escribí todo eso que podría haber sido lo otro.
Perdoname por gustar de vos aún sin entenderte del todo, también.
Estamos desfasados. Igual te quiero. No más que a mi gato, pero te quiero.
Ya sé que la esquizofrenia es una enfermedad. Yo voy a atacar todo el resto y ver si algo cambia y nos volvemos a encontrar. Si querés, claro. Capaz que ni nos interesamos porque vos para mí no sos igual y yo, si me sale, no voy a serlo tampoco.
Quiero dejar de no poder hacer cosas. No sé si sabés lo que fue para mí darte el señalador en persona, o averiguar sobre esas pelis del under de ny que ves, ni la cantidad de planes que cancelé para quedarme hablando con vos. Es cosa mía y te cagás de risa, ya sé, pero a mí todo me cuesta el doble. Pensé que lo habías notado.
Perdoname, no quiero ir el viernes a tu casa. Estuve muy mal y pensé un montón y quedó todo raro. Y no me le animo.
Sé que no te debo ningunas disculpas, pero igual.
¿No terminás de entender si me gustás o no? ¿Me estás cargando, Tati? Posta, ¿ME ESTÁS CARGANDO? No lo puedo creer, ahora al que le brilla la piel es a mí. Decime que esto es una provocación para hacerme saltar, decime que te estás vengando por la mala noche que te hice pasar. Yo no te voy a revolear un compás.
Pensé que te iba ayudar, mi idea JAMÁS fue lastimarte. Hice una jugada y metí un gol en contra, soy un pelotudo, qué querés que te diga. No, sí, sé qué querés que te diga. Quizás debería haber empezado por ahí:
Sos la piba más hermosa que conocí. Se me hace un nudo en el estómago cada vez que sonreís con vergüenza, un nudo lindo, un nudo que me encanta. Cada vez que hablamos soy feliz, con vos soy feliz y me doy cuenta. Le hablé a mi mamá de vos en varias oportunidades, le hice un par de preguntas sobre cosas que me dijiste para impresionarte. Creo que estoy enamorado. Me consta, pero utilizo el “creo” para no asustarte. No leas la frase anterior. Una vez me quedé hasta más tarde para espiarte mientras hacías la clase de gimnasia porque la noche anterior no habíamos hablando y te extrañaba.
Si todo te cuesta el doble, vas a necesitar dos fuerzas, y qué mejor que la tuya y la mía. Tomá la mía, es tuya, enseñame a entenderte.
No es justo que me mandes al muere por una cagada, dame otra oportunidad, decime que vas a venir el viernes. Fueron meses de todo genial contra una noche de mierda; física, química y matemáticamente me lo merezco. Si querés no nos damos besos, pero vení, hablemos, ya compré los pochoclos (y una camisa, y el perfume de hombre que me dijiste que te gusta, y el libro para regalártelo). No leas lo que está entre paréntesis.
¿CÓMO ME VAS A ESPIAR EN GIMNASIA? TERMINO TODA CHIVADA, MARIANO.
Espiame cuando meriendo que es mi mejor momento del día.
Voy.
Por las dudas: los pochoclos salados, el libro con dedicatoria, remera en vez de camisa y siempre, siempre, besos sí.